sábado, 23 de agosto de 2008

REFLEXIÓN SOBRE LA FRASE

Reflexión sobre la frase: “Enseñan habilidades para el siglo XXI de manera sutil en el contexto de las asignaturas curriculares básicas y de los temas interdisciplinarios del siglo XXI”
En la sociedad del siglo XXI que se encamina hacia un proceso globalizador, la información ha pasado a ser un servicio, en el cual se notan dos tendencias: una de ellas apunta hacia la difusión y compartición de la misma, como lo propone Jordi Ardell, mientras que la otra directriz apunta hacia comunidades específicas a las que se tiene acceso mediante un pago. En este contexto es importante que los profesores seamos los constructores de las herramientas que queremos que nuestros estudiantes usen, sin embargo en el manejo de las nuevas tecnologías somos novatos y hemos iniciado la exploración de las posibilidades que nos ofrecen estas herramientas para apoyar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
En este momento, las recomendaciones del ajuste del currículo están orientadas hacia la interdisciplina, sin embargo no se deben olvidar los núcleos básicos disciplinarios que apoyarían la comprensión de problemas más cercanos al entorno de los estudiantes, entonces es trabajo de las academias identificar éstas necesidades curriculares, sin embargo los docentes tendríamos que olvidarnos de ser solo especialistas de un área determinada de la ciencia, este nuevo enfoque nos exige adicionalmente el conocimiento de la construcción y evolución de las principales teorías de nuestra disciplina, las condiciones sociales, económicas que permearon el trabajo de los científicos, así como las formas en las cuales se da la prevalencia de una teoría sobre otra, y también debemos identificar los estilos de aprendizaje de nuestros estudiantes.
Ante ésta diversidad en los estudiantes se plantea una situación problemática, al menos para mí, ¿cómo podrán alcanzar los jóvenes las competencias que se marcan en cierto currículo?, en la evaluación por competencias se marcan desempeños, ésta situación que es pertinente en el ámbito laboral, en el contexto educativo nos lleva a cuestionarnos, en otras palabras: ¿Todos los estudiantes deben alcanzar los mismos logros?, aun considerando un currículo flexible y adaptado a cada situación específica, ¿cómo es que los docentes apoyaremos “sutilmente” a los jóvenes para que desarrollen sus competencias frente a la vida?.
Por otra parte debemos reconocer que las competencias deseables en las personas del siglo XXI son: la conciencia global, el alfabetismo económico-financiero y de emprendimiento, las competencias ciudadanas y el conocimiento básico sobre la salud. Estas características están en constante cambio, por lo cual considero que la mejor enseñanza en la escuela debe dirigirse a la búsqueda de la actualización y aprendizaje en forma continua, de tal manera que niños, jóvenes y adultos debemos identificarnos miembros de una sociedad dinámica que se encuentra en constante cambio, para la cual debemos estar preparados para ser parte de la misma. En otras palabras el sistema escolarizado debe constituirse en la forma de prepararnos para saber ser y hacer, comunicarnos y convivir en esta sociedad del siglo XXI, por otra parte vale la pena preguntarnos: ¿todos estamos en posibilidades de incorporarnos a esta sociedad globalizada y en constante movimiento?.

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